miércoles, 19 de junio de 2013

MALDITA ESPERA: OBREROS DE ALICORP. SU JUSTICIA NO ES LA NUESTRA



Mientras esperábamos a declarar en defensa del ardi, nuestro delegado (Luis Giordano), escribí esto: Estamos en una sala con una ventana con rejas que da hacia ningún lado. Junto con nosotros está una familia muy triste de un chico más, de 16 años. Es su sobrino, que está por declarar por el asesinato de su tía de 31 años. La mató el marido de un palazo en la cabeza.
Estamos acá porque los jueces y la empresa se asustaron del ruido que hicimos con la movilización en la puerta del tribunal laboral, y decidieron trasladar el juicio a un juzgado penal. "No están dadas las condiciones de seguridad" dijo el juez.
Con la caravana de jaboneros, compañeros de otras organizaciones. Militantes del PTS y amigos, los seguimos hacia el nuevo destino.
Ya no solo somos delincuentes para la empresa, sino también, parece que hasta los jueces nos miran con desconfianza. Lógicamente. Los trabajadores nunca seremos bien recibidos cuando atravesamos las paredes de su justicia de clase.
Los tribunales del estado de los patrones se dividen entre: Los laborales, penales, comerciales, familiares etc.
Pero a la hora de ser juzgados por los ricos y sus sistema, terminamos todos en el mismo tribunal. Unidos en una misma sala, esperando ser juzgados por los que creen ser dueños de la verdad.
Unos, trabajadores acusados por defenderse de la explotación, el otro, una mujer victima de la violencia de genero. Pero ambos victima del sistema de opresión. De sus leyes, códigos, femicidios, injusticias.
Su madre llora en la espera y es contenida por su familia.
Mis compañeros escuchan e intentan entender su historia. Luego se duermen en la espera. Es que trabajaron toda la noche y ahora están acá, con casi 15 hs sin dormir, luchando. En la fabrica, en la calle, en el frío, en la justicia. Vuelven a despertar, se levantan, caminan, conversan, recuerdan historias de nuestra lucha y vuelven a escuchar a la familia de la chica. Esta vez, nos animamos y preguntamos y entendimos y compartimos su bronca con terrible historia. Nos muestran su foto. La tenia guardada entre sus brazos. Le convidan un caramelo a la madre que le baja la presión.
Aun no sabemos que sentenciarán los jueces y  su decisión que parece santa, incuestionable. Si decidirán que vale mas, si la espalda de un joven contratado o la propiedad del patrón...
Pero ya sabemos que la justicia tiene un solo objetivo: Juzgar, acusar, condenar y castigar a los trabajadores y sus hijos cuando no soportan vivir como exclavos. Y, capas encarcela a un asesino de una mujer indefensa, o no, pero nada podemos esperar de los jueces.
Ni consejo de magistratura, ni honestidad, solo organizarse y luchar. La justicia y el fin de la impunidad, violencia hacia las mujeres, terminar con la precarizacion laboral, y prepotencia empresaria, solo luchando organizados, podremos liquidar.  

viernes, 14 de junio de 2013

Distintas formas de violencia sobre nuestros cuerpos. Estamos hartas y organizadas!.






Durante estos días estuvimos haciendo en el hospital Garrahan actividades de difusión e invitación a las Jornadas por los derechos de las mujeres de la FUBA de este Sábado 15, de las que compañeras de Pan y Rosas y de decenas de agrupaciones sindicales y estudiantiles de CABA y GBA vamos a participar con una delegación destacada. 

El Miércoles 12 de Junio una más de nuestras actividades arracó repartiendo volantes a las 6 de la mañana.  “¿Viste lo de esta chica?, terrible!” dice una enfermera mientras recibe el volante. Un compañero de mantenimiento, aun desde lejos, con solo ver el color lila del volante comenta “Tengo una bronca. No sé qué haríamos, lo vengo pensando en el viaje, pero sabes cómo agarraría a esos tipos”. Los comentarios se sucedían hasta que advertimos que nadie la estaba nombrando pero todos hablábamos de Ángeles Rawson, la adolescente de 16 años desaparecida en Palermo y encontrada muerta ese día en José León Suárez, en la cinta de selección de basura del CEAMSE. Con el correr de las horas los medios empezaron a anunciar "giros en la causa", "distintas hipótesis y líneas de investigación", con más dudas que certezas cada uno arriesga explicaciones. Y, es imposible no preguntarse nuevamente, como ante muchos otros casos. Quién va a investigar?. La misma justicia, policía y funcionarios que son parte del negocio narco, de la trata, y de desarmaderos?. Al margen de todos los escalofriantes datos que surgen de cada prueba, no pueden brindar justicia las mismas instituciones que forman parte de la infraestructura, finanzas y relaciones que permiten, encubren y promueven estos crímenes aberrantes.

Mientras se sigue investigando el móvil y las características del crimen en las salas de descanso, en el comedor, en el pasillo del hospital, como en muchos otros lugares sigue latente la consternación y la impotencia frente a la muerte tan brutal de una niña más. El cuerpo de la niña tenía el uniforme escolar, estrangulada, en una bolsa, atada. Cada dato genera mayor ofuscación. Aún si algunas hipotésis se confirmaran, daría la misma bronca la ultilización de la vida de una niña más hasta como extorsión y venganza entre adultos. Esos debates recorrieron los sectores. Incluso fue inevitable intercambiar que haría cada uno. Por ejemplo, al escuchar las primeras declaraciones de la madre de Ángeles y su pedido de paz. Algunos comentarios reprochaban la actitud calma y otros admiraban la entereza.

La palabra paz me quedo retumbando en el cuerpo. Como enfermeras de niños acostumbramos a respetar el dolor de los padres en todas sus expresiones y en todas sus formas. Pero conocemos bien que ni aun en momentos tan dramáticos de la vida los padres son ajenos a su ideología. Las lágrimas, los silencios, el dolor siguen estando teñidos de ideología. Entonces me vino a la cabeza Judith Claudia Palma de 9 años, brutalmente violada por al menos 2 personas y asesinada en Salta. Como sacado de la más perversa historia de terror salió la tarde del 18 de Mayo en su bicicleta a vender pan en Joaquín V. Gonzalez, Salta. Sus asesinos le hicieron creer que le comprarían bollos caseros, la encerraron, la violaron y la mataron. Capaz para otra persona es un dato que pasa inadvertido. Personalmente, desde ese momento no puedo evitar recordar la carita de Judith y un dato: causa muerte: taponamiento de la tráquea por las heridas cortantes. Judith murió ahogada en su propia sangre. Familiares y amigos y el pueblo entero marcharon a la comisaría en lo que los medios locales llamaron demostración de ira. La paz en esos familiares significaba odio contra la policía que es parte activa, entre otras cosas, en todo tipo de violencia hacia las mujeres. Luego de la ira detuvieron a 2 acusados. Amenazaron con quemar la casa de otro “sospechoso” y allí hubo otro detenido. Otra vez la ideología empapando el dolor. La paz la buscaron en la “ira”. Pocos días después del asesinato de Judith el gobierno kirchnerista del salteño Urtubey lanza con nauseabundo cinismo una campaña “informativa” de erradicación del trabajo infantil. Allí el estado. No cualquier estado. El estado de los capitalistas. El garante del lucro de un puñado de parásitos, a costa de la muerte de las familias obreras y del pueblo pobre. Como sucedió el Jueves 13 en el choque de trenes de Castelar, con datos oficiales de 3 pasajeros muertos y más de 300 heridos. Otra vez el estado responsable de un nuevo crimen social, como en Flores y Once y las inundaciones de La Plata.  

La única justicia está en la organización y la lucha en las calles.

Cristina Kirchner en varios discursos llamó a los argentinos a organizarse. El mismo Miércoles 12 destaco a Patricia madre de 25 hijos como parte de la década ganada. Propagandizó que le dieron una casa para que deje de vivir en una casilla y como toque cómico, si no fuera dramático, el elemental acceso a una vivienda también lo presenta como parte de la década ganada. Destaco a esas mujeres que pelean día a día sin pedir nada más que un lugar bajo el sol. Pero como el sol no se puede tapar con una mano hay otras mujeres que Cristina no las puede tapar con un discurso.

En el parque industrial de pilar las obreras de la fábrica Kromberg & Schubert, una multinacional autopartista alemana de las que se la “llevaron en pala” salieron a luchar. La lucha comienza por despidos y continua por la efectivización de los contratados, aumento salarial y elección de la comisión interna. Nacen del hartazgo frente a la humillación y la explotación de los patrones. La crónica completa de la lucha de las valientes mujeres de lila la podes leer acá. Hostigadas y cronometradas en la línea de producción por los las líderes, mayoría mujeres. Los ritmos de producción generan cervicalgias, tendinitis, túnel carpiano, pérdidas de embarazos, entre otros flagelos. Las compañeras cuentan que todo empeoró desde que Volswagen firmo un convenio con el gobierno kirchnerista para fabricar en el país autopartes que antes se importaban de Brasil. Se duplicó la producción pero no la cantidad de trabajadores. El hostigamiento, maltrato, abusos y todo tipo de agravios aumentan para esas obreras en cada anuncio de Cristina del crecimiento de la industria nacional. Las líderes mujeres, al servicio de esa política. 

Así es como mientras en el Garrahan repartíamos los volantes de la Jornada por los derechos de las mujeres recibíamos noticias de que esas obreras bloqueaban los accesos al parque industrial paralizando gran parte de sus tuercas. Entusiastas contábamos la buena noticia a cada compañera y compañero. Nuestra lucha tiene que ser independiente del estado de los patrones y de todas sus instituciones. Nuestra organización es de clase, no por ser mujeres las funcionarias, líderes, o políticas patronales van a defender nuestros derechos. Para ellas Judith ahogada con su sangre y Ángeles en la cinta de basura, las enfermedades laborales de las obreras de Pilar, las muertas por abortos clandestino, las secuestradas por la trata y tantos miles de formas de violencia hacia las mujeres; así como los crímenes sociales; como los de Flores, Once, Castelar o La Plata; son todos solo daños colaterales mínimos frente a la defensa de sus ganancias. Allí su defensa del sistema capitalista en base a las muerte, la miseria y la degradación de las condiciones de vida de millones.

Nuestra fuerza esta en el odio de clase. Nuestra justicia no alcanza con los responsables presos o con todos los tipos de venganzas que, como al compañero de mantenimiento, se nos pasan por la cabeza. Nuestra venganza y justicia estará en las calles, construyendo un poderoso movimiento de mujeres que no solo enfrente la explotación y opresión del sistema capitalista sino que se disponga a destruir una a una todas sus instituciones. Hoy nuestra fuerza se alimenta de las obreras de pilar, que por suerte, no están en paz. Están hartas y se empiezan a organizar. 


Vamos con esa fuerza a participar de las Jornadas del Sábado!. 

Invitacion - Jornada 15 de Junio - Fac.Medicina - Pan y Rosas